sábado, 11 de julio de 2009

La pazzia 2006

La Pazzia 2006 es una tragicomedia líricocoral, dramática, profana, risueña y bullanguera cuya estructura formales una especie de singspiel con repeticiones casi obsesivas, en varios actos. El argumento es simple a pesar de su trama heterogénea; cambiaron el caballo de Ramón justo en el medio del río; está entretejida entre varios coreutas marplatenses y argentinos que hacen lo que se les canta las notas; sopranas, tenoros, bajorítonos y hasta contraltas, amateurs, cuyo significado más caro es que siempre cantan por placer; no sé qué va a pasar cuando éste se acabe; no hay papel cachet aunque son capaces de dedicar sábados y miércoles, cediendo su sensibilidad e imaginación al regocijo del maravilloso mundo de la música grupal y participativa, sin dejar de lado algunas sorpresas disonantes y susurros recalcitrantes que suelen distraer el equilibrio armónico de la melodía central, por más conocida que se tenga. Sin embargo, cuando todo fluye y se desliza sobre las obras de envergadura cromática, cae, de repente, un rayo ultrasonoro que hace desaparecer al Crelanciador, succionado por el Zonda entre desconocidos instrumentos vocales y populares de San Juan, que lo sedujeron con el peso de los Andes cabalgando sobre los bombos legüeros.

Los carmineutas se quedaron ¡mudos! En un desconocido silencio, por primera vez en su historia, para comprender por fin su significado: vacío, nada, hoquedad, sin sonido, sin palabras,… ¿qué te pasa? Las miradas se dirigen hacia la Asistente dispuesta a contener tanta angustia creada por semejante ausencia. Ella está ahí para seguir brindando su apoyo y aclarar dudas; profesional admirada y respetada por quienes sabemos de qué se trata, capaz de contener ella sola tanta energía abandonada a su suerte. Pues sí, GRACIELA acompañó a los desolados coreutas en los momentos más peligrosos del desbande ante la fuga del Crelanciador y como si fuera poco, hasta el espacio magno cultural se esfumó bajo sus pies, salvo el Club Español de María Elena, dejando al Coral Carmina suspendido en estado de shok, teniendo en cuenta que los cambios hacen dudar al dubitativos mientras fortalece a los convencidos, seguros de que la música es el alimento más completo, especialmente la Música Coral que cobra un sentido estético subyugante en el maravillosos mundo del ARTE cuando une, gratifica, enriquece junto al otro, integra para proponer lo mejor de cada uno y no decaer en tan difíciles circunstancias . Finalmente el Coral Carmina incorpora nuevas y más que interesantes figuras con un nuevo Director y jóvenes bien dispuestos, amén del órganos científico divergente que suena excéntrico sin retorno, a pesar de lo cual se sugiere ¡mirar para adelante! Encontrar la luz en las pasiones latinas, las armonías en las coincidencias y, sobre todo, el crono protos como andamiaje para continuar plenos con el amado Coral Carmina y el titanio de GRACIELA.

PRIMER ACTO.-“¡A ver el corito!” Rallentando…Los fieles carmineutas llegan al ensayo cantando bajo la lluvia mientras el maestro Ulla participa de un reportaje mediático hipnóptico. Es el director más asediado por las cámaras, luego existe. Entre mañana acá y no que allá, grande maestro Lanci, ¿quién manda acá? Se realiza la Gala Zurich con más de 15.000 espectadores y el Coral Carmina es visto y escuchado como uno de los coros más imponentes, aunque solo cantara una pieza de Caballería y el querido Vapensiero que jamás dejará de impresionar al Vicepresidente y a Mirtha Legrand el día 20 de enero.

SEGUNDO ACTO.-“¡Está espléndido el coro!” Cambiante. Mozart y su Requiem, sinfónico coral interpretado por el Coral Carmina y por la caciquera orquesta municipal conquistando otro punto de oído del Ezquisulla en contraposición a su expresión anterior, pero es verdad: el Coral Carmina, subido sobre las gradas en el teatro Colón, a sala llena, en medio de calurosos aplausos, sigue imponiéndose después de intensos ensayos con el Crelanciador cuando Olga, sentada adelante, dijo”¡por favor, canten bien porque si esto sigue así me va a sacar un ojo con la batuta!”.16 de abril.

TERCER ACTO.- “¡Los voy a denunciar al intendente!” Larghetto. Nueva puesta de Mozart en versión catedral como muy pocas veces se ha hecho a pesar de que en el ensayo el mediático Ulla ese nos amenazaba volviendo a las andadas. Nos estamos preparando para tantas sorpresas…es que se va…No, ese no,…el nuestro, el Crelanciador que nos deja a pesar de que cantamos mejor que nunca, poniendo nuestras exigidas cuerdas al servicio de Amadeus y de él que nos abandona. Día aciago si los hay. Decí que estaban todos los santos juntos en ese lugar, hoy pretegido por gruesas y negras rejas para protegernos mejor: 13 de mayo.

CUARTO ACTO.-“¡Ésta es la lista!” Se renueva la comisión, cambiando los cargos con los mismos coreutas cuyas secuencias van de acá para allá, de un canto al otro, de una propuesta a la otra en reuniones y recitativos que suponemos, con idas y vueltas, más otros melismas desconocidos como buscar otro ethos para la dirección y un metateclado donde lo que entra por un pentagrama se le va por la partitura. Unos lo viven como lo cantan, otros dan vuelta las claves y a otro coro. Lo importante acá es CANTAR. El Coral Carmina quiere cantar a pesar de sí mismo, de lo contrario y de la teoría.

QUINTO ACTO.-“Vientos de Italia” Andantino. El maestro Becerra nos quiere con la Banda en el teatro Colón donde se realiza el Vapensiero de la ópera Nabuco y el final de Aíoda de Verdi y nosotros, a pesar de esa pequeña participación, muy satisfechos y agradecidos de ser convocados para la ocasión: 25 de julio.

SEXTO ACTO.-“De Rusia con amor” Allegro. Nueva versión de La Polovtsianas y la obertura 1812 con el maestro Becerra donde Tatiana la ucraniana sedujo al público con su gracia, traje típico y una voz increíble, diferente y bonito: 27 de agosto.

SÉPTIMO ACTO.-“¿ Dónde está el Coro?” Altísimo. ¡Suntuosa realización en el paraíso! La única vez que logramos hacer girar las cabezas de los oyentes buscando esas voces del Coral Carmina, ponerse de pie y aplaudir por más de tres minutos. Es que ya comienza la primavera y todo el mundo está subido de tono hasta llegar a la cúspide: 16 de septiembre.

OCTAVO ACTO.-“¡Nuevo Director!” Moderato. Pero, ¿Cómo?...Pará la oreja y escuchá, no es cuestión de hacer lo que se te da la comisión…los coreutas votamos…Es tradicional el habla en contracantos para hacer o deshacer sin consultatus. Ma’ sí. El maestro Marcelo de stile concitato batutea sus armas frente a un cuerpo de acorde mayor donde se escabullen algunas disonancias menores porque no siempre estamos dispuestos y no tanto. Son otras batutas, otros ruidos y otros espacios como ingresar al colegio Nacional; son adaptaciones, nuevos rumbos, salvo el club de María Elena que no deja de ser accidenti verssimi.

NOVENO ACTO.-“¡Es un crimen de lesa musicalidad!” Vivacíssimo. No sabemos y van varias cosas que no sabemos ni cómo viene la mano, pero lo cierto es que tenemos que preparar en dos o tres ensayos, a más tardar, algunas partes ariosas de la ópera tan conocida La Traviata. El esfuerzo para dejar de mirar la partitura y poder seguir la métrica simultáneamente o mandar fruta, produjo algunos contrapuntos funcionales como la oportunidad de conocer a Sebastián Di Filippi y de escuchar embelesados a María y a Fernando, a Edith y a Antonio, quienes nos dejan suspendidos en medio de tanta belleza: 10 de noviembre

DÉCIMO ACTO.-“¿Qué tal chicos cómo andan?” Allegretto. Por si habían quedado algunas dudas sobre el idioma ruso en las obras del Coral Carmina se repone el programa en ruso ucraniano mixto, pero eso sí, sin las gradas y sin aviso, siempre sorprendidos para no perder la capacidad de asombro, detrás de la banda y contra la pared si es posible: 19 de noviembre.

DECIMOPRIMER ACTO.-“¿Cómo salió?” Andante. El Coral Carmina en el Colón con la banda Becerra pero subido a las benditas gradas esta vez para el Pie Jesu, el Brindis , el Vapensiero y el Aleluya, después de escuchar lo gardeliano del 25 de noviembre.

DECIMOSEGUNDO ACTO.-“¿Nadie vio mis partituras?” Largo. El Teatro Auditorium fue el marco ceremonial del festival académico del Colegio Nacional al que adherimos con Gaudeamus, Aleluya y el inefable e infaltable Vapensiero rodeando las voces masculinas protegiéndolas para que el Coral Carmina, los días de semana, en horario laboral, no se disperse ni desintegre en su cuerpo estable o movido bajo ninguna circunstancia, siempre JUNTOS a como de lugar, con gradas o sin gradas, adelante, atrás, arriba y adentro como en la reunión de despedida con los pocos que estuvimos…Ma’ Si.

DECIMOTERCER ACTO.-“¡De gira por el país!” Accelerando. Se repite el programa de las Polovsianas , la Misión, Vapensiero (no podía faltar) y el aleluya (otro) en Balcarse. ¿Qué pasará el año próximo con tantos vaivenes vividos. Necesitamos juntarnos para rescatar lo mejor del Coral Carmina y no perdernos en el intento. ¡Vamos todavía!

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